Decir en Córdoba Juan Peña es sinónimo del buen yantar. Y la fama no se adquiere así como así, pues este antiguo joyero, cuando dejó las herramientas en el banco de trabajo allá por el año 1979, se propuso algo diferente en la llamada "innovación culinaria" que sin dejar fuera de sus platos la bien ganada fama de la cocina cordobesa, le agregó su personal visión de adjuntarle algo tan esencial, como es la calidad en la cocina casera, muchas de esas recetas, recuperada de su propia familia.
En su local, de capacidad media (50-55 personas) decorado con muchas fotografías de personalidades, como con innumerables herramientas antiguas usadas en otros tiempos en la agricultura.
El público se las arregla para, sentados o de pie en la barra, degustar los exquisitos guisos o flamenquines; el bacalao con salsa de salmorejo, varios revueltos, entre los que destaco el de cardos, las espinacas con garbanzos, así como alcachofas, berenjenas fritas de una forma peculiar También destacar los productos ibéricos, procedentes del valle de los Pedroches o de Jabugo, que se puede valorar de lo mejor en su género.
Sería muy difícil traer aquí las muchas y diversas recetas de este ya tradicional lugar donde uno puede deleitarse con sus especialidades.
El público se las arregla para, sentados o de pie en la barra, degustar los exquisitos guisos o flamenquines; el bacalao con salsa de salmorejo, varios revueltos, entre los que destaco el de cardos, las espinacas con garbanzos, así como alcachofas, berenjenas fritas de una forma peculiar También destacar los productos ibéricos, procedentes del valle de los Pedroches o de Jabugo, que se puede valorar de lo mejor en su género.
Sería muy difícil traer aquí las muchas y diversas recetas de este ya tradicional lugar donde uno puede deleitarse con sus especialidades.
Que bien lo pasé esa última vez que estuve en ese restaurante... Era otros tiempos en los que viajaba mucho. En esa visita a Córdoba nos acompañó mi tía Antonia, la mejor mujer que he conocido. Ese viaje, con más de ochenta y cinco abriles, se comporto como era propio en ella, más fuerte y lozana, que las tres Sras. que tenían muchos menos años que ella. Hoy desde hace unos años, ya no está para viajes, pues debido a los noventa y dos años que tiene encima, más el mal de los mayores, el Alzheimer, que la tienen varada... Ojalá el sobrino, tuviera la fortaleza física que ella tuvo siempre.
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